Conoce
Esta serie educa e inspira al espíritu del ballroom que todos llevamos dentro. No te conformes con solo aprender vogue – camina el catwalk al navegar a través de la historia queer de la mano de los líderes, leyendas y activistas del ballroom. Viaja por América Latina, un ball a la vez.
Estamos aquí, somos queer, acostúmbrate.
La rica historia del Ballroom evolucionó en la década de 1920, cuando las sociedades fraternales afroamericanas celebraban “bailes de hadas” en lugares como el Hamilton Lodge. Los participantes aparecían disfrazados y competían en función de la calidad de sus trajes y performances.
Marcel Christian LaBeija organizó el primer baile específicamente para reinas negras en 1962 para combatir el racismo que estaba presente en los eventos. Lottie LaBeija y La Madre de la Casa, Crystal LaBeija, crearon el sistema de casas en los años 70s. Todavía hoy se puede ver a Junior y Tommie LaBeija asistiendo y hablando en bailes por toda América.
La pionera Paris Dupree organizó su primer ballroom anual con la categoría “Executive Realness” en Nueva York en 1981. La cultura del ballroom se convirtió tanto en una conversación sociopolítica como en un concurso. El baile del vogue fue creado y perfeccionado por bailarines afroamericanos y latinos, en particular Willi Ninja, el abuelo del vogue. En 1986, el baile anual de Dupree se convirtió en homónimo para el famoso documental Paris is Burning.
El documental Paris Is Burning y la exitosa canción de Madonna “Vogue” convirtieron algunas partes de la cultura del ballroom en una moda dominante en 1990. Algunas de las personas que aparecieron en Paris is Burning se sintieron sin la suficiente compensación y culparon a la película por lo efímera que fue la respuesta del público. Tras el revuelo, la cultura del ballroom siguió prosperando en el underground queer de las principales ciudades, como Nueva York, Philadelfia,Washington, D.C. y Baltimore.
En la década del 2000, la escena kiki surgió como un refugio seguro para los jóvenes queer de color excluidos, condenados a ser demasiado jóvenes para entrar en los clubes nocturnos y bares que acogían la mayoría de los eventos de ballroom. La creación de las casas kiki proporcionó familias sustitutas para que los jóvenes queer participaran en “balls kiki” apropiados para su edad. La escena kiki también ofrecía preparación a los jóvenes que aspiraban a desfilar en los balls.
Las primeras casas de ballroom llevaban el nombre de las casas de moda de Europa, pero las casas kiki solían tomar los nombres de marcas de moda de calle como Old Navy y Juicy Couture.
La escena kiki llegó a celebrar su propia historia de legends, statements and stars. Varias historias de éxito del mundo del entretenimiento hablan con cariño de sus orígenes kiki. La legendaria Courtney Juicy, madre de la casa kiki de Juicy, le ha dado acojo a muchos éxitos, como el coreógrafo de Rihanna, Alex Miyake-Mugler. Los productores de Pose, Jonovia Chase, Twiggy Pucci Garcon, y los concursantes de Legendary, Omari Oricci y Kalik Balenciaga, siguen siendo vistos regularmente en los eventos kiki de los Estados Unidos.
RuPaul ‘s Drag Race se estrenó en 2009 y devolvió a la cultura drag la sensación de ser aceptada junto con bromas sarcásticas como”lectura” (reading) y la “sombra“(shade). En 2016, el documental sueco-estadounidense “Kiki” proporcionó una mirada actualizada a la trayectoria de la escena kiki, que pasó de ser una microcomunidad de boca en boca a una entidad tan influyente como el ballroom dominante.
Esto despertó un nuevo interés que llevó a las series de televisión de 2018: Pose en FX, que revisa la historia de la cultura de los ballrooms, y My House en Vice, que explora los balls de hoy.
Legendary de HBO Max lleva el ballroom a su mayor audiencia, con un gran premio que alcanzó los 100,000 dólares. El debate sobre si el programa es saludable para la comunidad continua.
Algunos se deleitan viendo a iconos como Amazon Leiomy, Dashaun Wesley y Arturo Mugler deslizándose por la pantalla. Mientras otros piensan que la ostentación, los patrocinios y los signos de dólar manchan la visión de Crystal LaBeija y otras reinas que crearon la escena del ballroom.
Una cosa es cierta. Después de haber sido la espina dorsal tácita de las industrias del cine, la moda y la música durante décadas, la comunidad del ballroom ha salido por fin de las sombras y se ha convertido en el centro de atención.